A VECES LLEGAN CARTAS...



Gracias amado mío, me diste alas para volar bien alto, me instruiste como a un párvulo, sencillamente, como cuando se empiezan las primeras letras, me consolabas cuando yo más lo necesitaba y sin saber yo porque,
Pero bien pronto supe que eran esas primeras lecciones, en esta cuesta arriba, fue entonces que comprendí la magnitud de cuanto yo necesitaba, Gracias a tu amor consentidor, de paciencias abnegadas, he despertado del aletargado sueño que me embargaba, Ahora comprendo la inmensidad de tu amor, muchos perdones dados, muchos perdones recibidos, para encontrar la esencia de lo que ayer fuimos, de regreso a casa, se puede saborear los atributos alcanzando hacia la gloria, Al recobrar mi deidad, comprendo la inmensidad de las promesas, que por mucho tiempo había olvidado,
Ya estoy aquí en el umbral, sé que no fue nada fácil, sé que me costó subir la empinada y escarpada montaña, aunque sola me creía, ese aroma me guiaba, Eras tú, siempre estabas a mi lado, se que has estado ahí, al fin te encontré, me dije, al fin se abrieron mis ojos humanos, el esfuerzo valió la pena, He recobrado mis alas, las de la libertad, ahora puedo volar, porque a donde tú me lleves allí estaré, a donde tú me envíes viviré, Así son los recuerdos, los del alma, cual golondrinas que esperan ansiosos encontrar el nuevo amanecer, ya llego la primavera de nuestro nuevo amanecer, hecho esta en nuestra cálida posada de reencuentros furtivos, MI Dios como te amo,
Por todo lo que has hecho en mí, ¿quién lo puede cambiar? Nadie porque viene de Ti,

CUANDO DIJE SI
Cuenta mi alma en aquellos atardeceres idos
Cuantas congojas, cuantos lamentos, no los quiero recordar
Que nada me turbe, que nada me aleje, Solo el presente es lo que cuenta
Cuando sentí tu presencia, supe que nunca te habías ido,
Porque el amor es y será como un manantial de ensoñación
Donde florece cada día como hermosos jardines de violetas
El amor nos unirá hasta la eternidad, porque como el ave fénix ha surgido el amor,
Como un tropel de mariposas salidos de sus capullos enardecidos
Buscando lugares dispersos donde exhibir su exuberante belleza
Como son las cosas cuando son del alma
Un encuentro, una quimera,
Ahora paseamos los dos de la mano por ese hermoso jardín que me has regalado
Que feliz es ese día que te dije dulcemente SI,
Abierto este cielo ante mis ojos, maravillada estoy de mi destino claro
Como un manantial de donde bebo diariamente el néctar
DOY GRACIAS A MI SER POR DECIR DULCEMENTE ¡SI!
Porque al amor dije si… Ahora puedo decirte TE AMO,
YAN YHOLEA

a veces llegan cartas... con sabor a lagrimas, con olor a rosas y son románticas...